Muchos personajes del cine y la televisión, a lo largo de la historia, han tendido a ridiculizar los acentos en España, pero no todos por igual. Han sido especialmente crueles con el andaluz, el gallego y el aragonés. Aquella gallega que interpretaba Beatriz Carvajal en el Un dos tres de los primeros ochenta, el aragonés rural de todas las películas de Paco Martínez Soria o todos los personajes de andaluces y andaluces en el papel de chachas o sirvientes como el de la Juani de "Médico de Familia". El la jerga popular no quedan los verdaderos acentos, sino las malas imitaciones.
En mitos 2.0 Pepe Rubio y Sergio Castro han querido desmontar esta mito de que en determinados territorios todo el mundo habla igual y con expresiones tópicas. El punto de partida la denuncia de Sara Mourelos, peluquera gallega que lleva diez años en Madrid y no soporta las bromas sobre su forma de hablar, "yo no hablo así como me imitan los que hablan conmigo, yo hablo con el acento de siempre porque soy gallega y siempre hable así". A Mourelos se han unidos la periodista aragonesa Olga Nebra, y el andaluz Diego Suárez, ambos de la SER. Reconocen que siempre le advirtieron sobre su acento cuando decidieron enfocar su carrera en la radio. "Tienes que eliminar ese acento" le dijeron a Olga Nebra en la Universidad, a Diego Suarez que tenía buena base y mucha creatividad, "pero que su acento era un lastre" . Hay acentos que solo sirven para la mofa o para vulgarizar, pero no para el respeto. Los acentos son una riqueza y no "todos podemos hablar como los de Burgos o Valladolid" se defiende Olga Nebra. Los oyentes han ido en la misma dirección, no hablamos así como nos marca el imaginario popular, sino como nos enseñaron desde niño. No hay que avergonzarse, hay que llevarlo con orgullo