Los audios de los últimos días están sacando a la luz una zarrapastrosa trama de extorsiones con un olor inconfundible a ajo y sardina. Lo más interesante ha sido descubrir que el anterior jefe del Estado figuraba en la agenda de su amante con el nombre en clave de SUMER, acrónimo de Su Majestad el Rey. No parece que la artista se hubiera devanado mucho los sesos, la verdad. Su propia madre lo descifró en cuanto le dio por fisgar un poco.