Pues que mientras en otras democracias la mayoría de la gente comparte una visión del mundo y los radicales una pequeña minoría, tanto en España como en Estados Unidos conviven al 50% dos narrativas opuestas. Una de izquierdas que ante todo grita cuidado con la ultraderecha, y una de derechas que acusa de todo a los traidores a la patria. Estas dos comunidades, que no se ponen de acuerdo ni para la letra del himno nacional, viven desde hace años una guerra civil fría. Esperemos que esta vez, a diferencia del pasado, en ambos países esto no desemboque en una guerra civil de verdad.