Asunción Balaguer y Paco Rabal se quedan. La memoria de los actores y sus nombres seguirán presentes en Alpedrete, el pueblo del noroeste de Madrid al que se mudaron a mediados de los ochenta con su familia y en el que vivieron hasta el final de sus días. El ayuntamiento, gobernado por PP y Vox, decidió eliminar sus nombres de una plaza y un centro cultural para cambiarlos por otros: Plaza de España y ‘La Cantera’.Después de dos semanas de polémica, una recogida de firmas que contó con la de Joan Manuel Serrat o la de Lolita y una numerosa concentración a la que acudieron el pasado sábado distintos nombres de la cultura, el alcalde del PP, Juan Rodríguez, ha rectificado. La intervención de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha sido determinante en esta marcha atrás. En el capítulo de hoy, con la ayuda de Carmen Serna, redactora jefa de Madrid Total, abordamos qué sucedió en esas horas previas que desembocaron en la rectificación del alcalde de Alpedrete. Además, conversamos con Teresa Rabal, hija de los populares actores, muy queridos en el pueblo. La actriz defiende que sus padres, como otros, “son patrimonio nacional y no se deberían tocar”. Rabal admite que “el toque de la presidenta Ayuso ha sido determinante” en la rectificación del regidor, pero “ha sido fruto de la unión de todos”.Rodríguez no se ha puesto en contacto con la familia para informarles de su marcha atrás. Teresa Rabal opina que el “alcalde tiene vergüenza con la que se ha montado a nivel nacional, la calidad humana es importante y él no la tiene”, sentencia.Por los micrófonos del pódcast En La Sabana también ha pasado Pepe Viyuela. El actor ha definido a Asunción Balaguer como “una amiga sin matices”. Se conocieron en el teatro tras la muerte de Rabal. Asunción se volcó en los escenarios y ambos formaron parte del elenco de la obra El Pisito, con la que estuvieron de gira. “Me hablaba de otra época, de otras gentes de la profesión”. Viyuela confiesa que tuvo la “ocasión de ver su lado humano”. Allí se fraguó una amistad que fue más allá de los escenarios. Cuando terminó la gira quedaban para comer habitualmente. En los últimos tiempos, Viyuela frecuentaba la casa de Asunción en Alpedrete para hacerle compañía y leerle libros en voz alta. Se acuerda de los versos de “José Hierro, Alberti” o el mismísimo Paco Rabal, “al que le gustaba escribir”, recuerda el actor. Sobre la polémica Viyuela considera que “rectificar es de sabios”.****