La gran sabana del Africa austral, durante ocho meses al año en sus secas praderas nunca llueve. A pesar del calor abrasador hay una charca que se niega a secarse y se convierte en una atracción irresistible para todo tipo de animales, un oasis no solo en el agua sino para los termiteros, los árboles y los matorrales que la rodean. En las últimas semanas de la estación seca, los animales harán todo lo posible por llegar hasta ella y la charca se convierte en el campo de batalla donde grandes rivales lucharán por sobrevivir.