Este verano saltó la alarma de que las patatas sabor jamón o barbacoa iban a desaparecer de los lineales del supermercado. El causante: uno de los componentes que da sabor a estos alimentos y que se fabrica con humo. Se trata de un tipo de saborizante, que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha concluido que puede llegar a dañar nuestro material genético y aumentar el riesgo de cáncer. Explicamos en qué consisten este tipo de saborizantes y cómo reacciona nuestro cerebro ante ellos.
