La primera persona que dimite por el fraude que reconoció el novio de Isabel Díaz Ayuso y por la filtración del correo electrónico de su abogado ha resultado ser el secretario general los socialistas madrileños, Juan Lobato. Se marcha un día después de haberse negado a hacerlo. Se marcha en medio de la presión de su propio partido, que empieza mañana su congreso federal en Sevilla y que le empujaba a irse después de que se conociera que Lobato registró ante notario la conversación que tuvo por WhatsApp con su compañera de partido Pilar Sánchez Acera, que le hablaba desde la Moncloa de ese correo en el que la pareja de Díaz Ayuso reconocía delitos fiscales.