Con el nuevo gobierno catalán nos hemos enterado de que el anterior, el de Pere Aragonès, había reservado cuarenta millones de euros para crear la renta básica universal. Qué bonito es hacer experimentos con el dinero público. Haces chas y aparecen a tu lado cuarenta millones. Cuarenta millones que, divididos entre los ocho millones de catalanes, dan a cinco euros por cabeza. Bueno, ya tenemos para un café con leche y un cruasán.