Seamos positivos. De donde muchos ven una catástrofe extraigamos una oportunidad. Llevamos demasiados meses lamentándonos de que Oriente Próximo va de mal en peor, llorando por la limpieza étnica y la consiguiente apropiación indebida de territorios a cargo de Israel contra palestinos y libaneses. Nos mareamos criticando la ayuda que Estados Unidos proporciona a los genocidas. Nos afrenta la pasividad occidental.