Dicen que es el cuadro más romántico de la historia del arte. Para muchos, la imagen por excelencia del amor. La exaltación más pura y eterna de la pasión entre dos personas que se quieren. Un cuadro recubierto de oro, lleno de flores que rodean a un hombre y una mujer entregados en un abrazo eterno. Pero ¿y si no es tan romántico como parece? Nos lo ha explicado nuestro Artesano, Pablo Ortiz de Zárate.