Un año después de la irrupción por sorpresa de Hamás en territorio de Israel, el desenlace de este nuevo episodio del conflicto entre Israel y Palestina es muy claro: la capacidad militar-tecnológica de Israel ha demostrado su superioridad. Hemos visto es que Israel es capaz de sepultar con toneladas de explosivos toda la Franja de Gaza y advertir muy seriamente a Hezbolá. Y es muy preocupante lo que está ocurriendo en Cisjordania y en Jerusalén Este, porque es mucho menos visible.