Dios está llamando a un ejército de intercesión, que esté en la brecha por las naciones, y aún por la misma Iglesia, para que la Luz del Altísimo la ilumine y entienda su posición en el poder de nuestro Cristo. Dios necesita gente que lleve en su corazón lo que Él mismo está sintiendo y haga la diferencia en intercesión y en acción. Ana Méndez Ferrell