La justificación del ministro de Hacienda, Jerson Posada, es que los recortes a los ministerios de Salud y Educación son para “reducir grasa” del Estado. Esta explicación sería creíble si el gobierno tuviera un ápice de coherencia. O si aceptara que esta necesidad de recortes esconde el hecho de que el dinero no está alcanzando.